martes, 24 de mayo de 2011

¿AGUA? NO GRACIAS, NO TENGO SED!

La vida sin agua indudablemente desaparecería.

Hoy estuve leyendo un poco sobre un articulo del AGUA, al mirar lo importante que es este liquido para nuestro cuerpo, pienso en las ocasiones en las que la he rechazado, simplemente por que no me gusta ¿por que razón? por que no sabe a nada.

En ocasiones cuando tengo un día fatigado de trabajo, o por ciertas actividades mi cuerpo llega a sentir sed y cuando llego a algún lugar me ofrecen algo de tomar, suelen decir: ¿desea tomar algo?... ¿agua, tinto o aromática? Y como no soy amante al agua... pues a veces termino diciendo un tinto o... no gracias, no tengo sed!

En otros lugares o momentos cuando tengo sed, prefiero saciarme con otra cosa diferente como: una coca-cola, malta, o cualquier bebida que tenga sabor, dulce... algo que me permita calmar mi sed por un momento, y digo que por "un momento" por que en realidad, ningún tipo de bebida diferente podrá calmar nuestra sed con tanto poder o beneficio como el agua.

El articulo que leía dice que debemos tomar como mínimo 2 litros  diarios, por que nuestro cuerpo, por tener una actividad constante se deshidrata demasiado, y aunque no lo notemos, llega un momento en que nos toca tomar agua, por que nuestro cuerpo lo pide casi que a GRITOS.

Meditando un poco en esto, encontré la razón por la cual muchos de nosotros le decimos a alguien que puede saciar nuestra alma... NO GRACIAS, NO TENGO SED! a tal punto, que buscamos lo contrario a esta fuente de agua viva.

Solemos saciar nuestras vidas con cosas momentáneas y sencillas como: una pareja, un titulo universitario, una practica religiosa, una moda, un circulo de amigos, actividades nocturnas, en fin todo lo que puedas pensar que te hace feliz y que te hace sentir bien por el momento.

Si nuestro cuerpo puede llegar a un punto determinado en que expresa esa necesidad de agua y no de otra bebida diferente, creo que nuestra alma también lo hace, es tanto que cuando tienes sed física, no esperas a que alguien te ofrezca agua, tu debes tomar la decisión de ir a buscarla y beber, de lo contrario tu cuerpo se vera sumamente afectado por no tomarla.

Nuestra alma también clama por ser saciada, y al pensar en mi necesidad de tener que buscar H2O para mi cuerpo, descubro que de esa misma forma, debo buscar de esa agua viva, de esa agua que no vendrá a mi sola, amenos que yo tome la decisión personal de encontrarla. Dios anhela saciar nuestra sed, si, el desea saciar tu soledad, tu tristeza, tu desamor, tu inseguridad, tu miedo, tu cansancio.

Tal vez ya conozcas de JESÚS, y te has apartado y no has vuelto a encontrarte con él, tal vez has dejado de pasar tiempos a solas en su presencia, tal vez has dejado de escuchar su voz por escuchar otras diferentes, tal vez dejaste que otras cosas momentáneas te distrajeran... pues entonces déjame decirte que Dios no vendrá a saciar tu sed amenos que tu decidas buscarle.

Tal vez seas el tipo de persona que dice: nunca he necesitado de Dios, lo tengo todo, no me hace falta... no gracias, no tengo sed..! déjame decirte algo... así como tu cuerpo llega un momento en el que no puede mas y necesitas buscar agua para calmar tu sed y mejorar tu salud, llegara el momento en que tu alma no podrá mas, y solo lograras entender que en JESÚS puedes disfrutar de una fuente de agua que sacia para vida eterna.



Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente que salte para vida eterna. (Juan 4:14)




Frank V.